Las personas salen y entran de nuestras vidas. Algunas veces nos marcan, otras no. Siempre nos quedan cosas que no se dicen. Nos escuchamos poco. Mientras ninguno de ellos miraba de mi mano surgieron palabras, la mayor parte de ellas tan vivas que eran chorros de imagen y palabra en mi cabeza. El resultado de todo ello, aquí está.