En la Iglesia Presbiteriana Westminster entramos en un pacto, primeramente, con nuestro Señor Jesucristo y, luego, los unos con los otros. Por lo tanto, prometemos, con la ayuda del Espíritu Santo, andar los unos con los otros en amor cristiano; Esforzarnos para que esta Iglesia crezca en estatura, sabiduría y gracia;